SÍNDROME DE BIBERÓN
De los problemas dentales, las caries, son los trastornos de salud oral que más afectan a los niños; el pediatra, el médico general, el odontólogo y todo el personal de la salud que maneja niños, puede ayudar a prevenir las consecuencias físicas, psicosociales y económicas que ocasionan las caries, con una evaluación adecuada de la cavidad oral, educación y la continua recomendación de asistir a la consulta odontológica, para que el niño reciba a tiempo los cuidados que requiere.
Sin embargo, como no existe mortalidad o morbilidad grave relacionada con las caries, los médicos pediatras pueden pasar por alto la importancia de la salud oral en los niños y con frecuencia omitir el examen dental,
ya que en su formación profesional no se hace mucho énfasis sobre los problemas odontológicos y la información recibida sobre salud oral es insuficiente, de tal manera que el médico casi siempre inicia su examen físico a partir de la orofaringe y región amigdalar, olvidándose totalmente de los dientes, tal vez porque desconoce la importancia de estos y especialmente la de los dientes temporales, pues se piensa que como estos los va a cambiar, no ameritan mayor cuidado; lo cual es un concepto erróneo y son muchos los niños diariamente hospitalizados con infecciones cervicofaciales complicadas cuyo inicio fue una caries de la dentición temporal, que al progresar ocasiona celulitis y abscesos y en algunos casos puede producir osteomielitis del maxilar y/o meningitis, poniendo en peligro la vida del paciente
Es un trastorno que se origina cuando se permite que los líquidos endulzados tengan un contacto frecuente con los dientes de su bebé.
El síndrome del biberón ocurre cuando los dientes anteriores superiores de los niños empiezan a picarse y desmoronarse debido al efecto que tiene el ácido sobre ellos.
Estos ácidos provienen de líquidos tales como jugos de frutas endulzados, refrescos y leche.
Las bacterias presentes normalmente el la boca convierten estos azúcares en ácidos, lo cual puede picar los dientes.
El mayor daño causado por estas bacterias es cuando se le da el biberón al niño para que se pueda dormir, ya que tanto el flujo de saliva como el efecto protector de la misma se reduce cuando el niño está dormido.
Las caries aparecerán primero como lesiones o puntos blancos que cambian gradualmente del amarillo al café.
Un momento oportuno para revisar los dientes del bebé es cuando se le están cambiando los pañales.
Simplemente incline la cabeza del bebé hacia atrás para que pueda ver dentro de su boca.
Si el síndrome del biberón es detectado oportunamente, el odontopediatra será capaz de prevenir mayores a los dientes. Si los dientes están muy dañados será necesario arreglarlos o reemplazarlos en caso de pérdida. Esto deberá llevarse acabo con el propósito de prevenir una infección en los dientes de leche y consecuentemente un daño a los permanentes que se están formando.
Una causa común de este problema es llevar su bebé a dormir con un biberón que contiene fórmula infantil, leche, jugo, refresco o agua con azúcar.
Este problema también se puede presentar como consecuencia de darle a su niño varias bebidas dulces a lo largo del día.
Según la Asociación Dental Americana (ADA), “en cuanto aparece el primer diente del bebé, generalmente a los seis meses de edad, el bebé ya es propenso a tener caries.” El tratamiento del Síndrome del biberón varía enormemente, desde la aplicación de flúor a cubrir completamente los dientes con acero inoxidable o coronas revestidas, según el avance de la aparición de las caries.
Es recomendable consultar con su odontopediatra tan pronto como sea posible para evaluar el riesgo de su niño.
¿Qué puede hacer para evitar el síndrome del biberón?
El síndrome del biberón es un trastorno muy grave; sin embargo, existen varias formas mediante las cuales usted puede evitar que se origine esta enfermedad.
Los métodos de prevención para los bebés varían desde enseñarle a su hijo a beber de una taza desde muy pequeño, limpiarle la boca después de comer, cepillarle las encías ante la primera señal de aparición de un diente, y utilizar un chupete limpio en lugar de un biberón para calmar a su bebé entre las comidas.
La prevención del síndrome del biberón no se detiene con los niños pequeños.
Debe cepillar los dientes de su hijo dos veces al día y asegurarse de que recibe una cantidad suficiente de fluoruro.
Si el suministro de agua local no contiene fluoruro, pregúntele a su dentista cómo puede administrárselo a su hijo.
Consulte con su médico o su dentista si está utilizando otros productos fluorados.
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