Ética en Odontología

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sábado, 10 de septiembre de 2011





CARIES




La caries dental es una de las enfermedades infecciosas de mayor prevalecía en y esta enfermedad continua manteniéndose coma uno de los principales problemas de salud publica a nivel mundial.
La caries dental ha sido definida como la destrucción localizada de los
tejidos duros del diente, por la acción bacteriana, donde dichos tejidos son modificados y eventualmente disueltos.
Aquellas áreas de los dientes que no estén protegidas por la autolimpieza, tales como fosa, fisuras y puntos de contacto, son más susceptibles a presentar caries dental que aquellas expuestas a la autolimpieza.
La formación de cavidades cariosas comienza como pequeñas áreas de desmineralización en la superficie del esmalte, pudiendo progresar a través de la dentina y llegar hasta la pulpa dental.
La desmineralización es provocada por
ácidos, en particular ácido láctico, producido por la fermentación de los carbohidratos de la dieta por los microorganismos bucales.
La formación de la lesión involucra la disolución del esmalte y la remoción de calcio y fosfato, así como el
transporte hacia el medio ambiente circundante.
Esta etapa inicial es reversible y la remineralizaciòn puede ocurrir particularmente con la presencia de fluoruros.
La caries aparece en los dientes como manchas blancas, depósitos de placa o sarro marronoso, y puede llegar a causar pequeñas fracturas o cavidades.
La destrucción del diente se extiende propagándose al diente definitivo que aún se encuentra escondido. Una vez que empieza, es cuestión de
tiempo que se extienda y ataque a toda la dentadura.

CAUSAS
Los dientes están recubiertos de un esmalte especial que los protege de cualquier agresión externa.
Cuando esta capa va desapareciendo progresivamente por su descalcificación, deja de protegerlos y permite a los gérmenes presentes en la boca que puedan atacarlos.
El Streptococcus Mutans (o S. Mutans). Es considerado el principal agente etiológico de la caries dental.
Esta bacteria se transmite mayormente por la salida por ejemplo: de la saliva de la madre o cuidadora al niño durante sus 30 primeros meses de vida y reside en la dentición, por lo que al menos el niño debe tener un diente para que se produzca la transmisión efectiva.
La bacteria se alimenta de subcrosa y produce ácido como subproducto, degradando con ello el esmalte dentario.

TRATAMIENTO
Las estructuras dentales que han sido destruidas no se regeneran, sin embargo, el tratamiento puede detener el progreso de la caries dental con el fin de preservar el diente y evitar complicaciones.
En los dientes afectados, se elimina el material cariado con el uso de una fresa dental para reemplazarlo con un material reconstructivo como las
aleaciones de plata, oro, porcelana y resina compuesta.
Estos dos últimos
materiales se asemejan a la apariencia natural del diente, por lo que suelen preferirse en los dientes anteriores.
Muchos consideran las amalgamas o aleaciones de plata y de oro como más fuertes y suelen usarse en los dientes posteriores, aunque hay una fuerte tendencia a utilizar la resina compuesta para los dientes posteriores también.
Las coronas se usan cuando la caries es muy grande y hay una
estructura dental limitada, la cual puede ocasionar un diente debilitado.
Las obturaciones grandes y la debilidad del diente aumentan el riesgo de ruptura del mismo.
El área cariada o debilitada se elimina y se repara mediante la colocación de una cubierta o "tapa" (corona) sobre la parte del diente que queda
Se recomienda hacer un tratamiento de conductos en los casos en que ha muerto el nervio o pulpa del diente a consecuencia de una caries o de un traumatismo por golpe.
En este
procedimiento, se elimina el centro del diente, incluidos el nervio y el tejido (pulpa) vascular (vasos sanguíneos), junto con la porción cariada del diente y las raíces se rellenan con un material sellante.
El diente se rellena y se le puede colocar una corona por encima en caso de ser necesario.
Cuando la caries afecta sólo al esmalte, no produce dolor.
Si la lesión avanza y llega al tejido interior del diente, es cuando aparece el dolor, que a veces es intenso y se desencadena al tomar bebidas frías o calientes.
A medida que la infección progresa, se produce el paso a los tejidos blandos que rodean el diente, apareciendo el flemón que buscará salida hacia el exterior a través de la encía.
PREVENCION
· Medidas dietéticas. Disminuir la
materia prima (azúcares) sobre la que actúan las bacterias, para lo cual se debe disminuir la frecuencia de exposición a azúcares, en lugar de reducir la cantidad total de los mismos.
· Cepillado dental. Debe iniciarse tan pronto como aparezcan los primeros dientes. Se utilizará un cepillo dental apropiado para niños y se seguirá una técnica correcta. No es recomendable emplear pasta dental fluorada en menores de 5-6 años, por la tendencia a tragarla que tienen los niños a esas edades.
· Higiene dental. Los padres han de asumir la
responsabilidad de la higiene bucal hasta que el niño adquiera suficiente destreza. Se emplearán dos técnicas:
· Fluoración. Es la medida más eficaz en la lucha contra la caries. El flúor se almacena en los dientes desde antes de su erupción y aumenta la
resistencia del esmalte, remineraliza las lesiones incipientes y contrarresta la acción de los microorganismos responsables de la caries.
· Resinas y selladuras. Aplicadas por profesionales, son la medida más eficaz para evitar las caries de fositas y fisuras de las superficies de oclusión.

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